Santiago de Cali, agosto 9 de 2024. El pesista Yeison López escribe una página especial en la historia del deporte colombiano, al obtener su primera medalla olímpica en la división de los 89 kilogramos de la halterofilia, y la segunda medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París.
Y le correspondió a este Valle Oro Puro darle la alegría al país con su destacada participación. Yeison inició el arranque logrando levantar 175 kilos en el primer intento de manera impecable, ya para su segunda salida la tarjeta marcaba 180 kilos, pero ‘Goku’ falló en el levantamiento, se tomó un tiempo y se alistó para su tercera aparición en el arranque dispuesto a levantar esos 180 kilogramos, los cuales logró alzar para terminar en la segunda posición hasta ese momento detrás del búlgaro que había levantado el mismo peso.
Ya en el envión, Yeison marcó su primera salida con un peso de 205 kilos con falla, pero en el segundo intento logró levantarlos y selló su participación levantando en el envión 210 kilos, logrando un total de 390 kilogramos que lo ubicaron en la segunda posición para lograr la segunda medalla de plata el país.
Al manifestar su orgullo por la hazaña olímpica, la gobernadora Dilian Francisca Toro manifestó que “nuestro Valle Oro Puro sigue llenando de gloria el deporte colombiano en los Olímpicos de París. Felicitaciones a nuestros pesistas Yeison López, por alcanzar la medalla de Plata y Luis Javier Mosquera, por su diploma olímpico. Su trabajo, dedicación y disciplina será recompensado por el departamento, entregando a Yeison $30 millones y a Luis Javier $5 millones. Gracias por unirnos y llenarnos de orgullo para decirle al mundo que el Valle del Cauca es un Paraíso Deportivo”.
“Gracias a Dios a Yeison se le dio su sueño de ser medallista olímpico, estamos muy orgullosos y felices por nuestro hijo”, dijo su padre Lucreciano López.
De esta manera, Yeison López se suma a la lista de los pesistas que le han cumplido a Colombia en unas olimpiadas y que dejan un sello vallecaucano como el de Diego Salazar, Óscar Figueroa y María Isabel Urrutia.
Comunicaciones Indervalle