La vida de María Lucelly Murillo es como uno de sus lanzamientos de jabalina: con fuerza, determinación y mucha disciplina. Así logró catapultarse desde su natal Pradera y convertirse en una de las promesas colombianas de los próximos Juegos Olímpicos París 2024. Para ella, que vivirá sus segundas olimpiadas, el reto de superar los 62.72 metros, su marca personal, la tiene soñando con el oro olímpico.
Con los pies bien plantados en la tierra, pero con la mente volando tan alto como su jabalina, María Lucelly, hoy recuerda cómo la casualidad la llevó a su compañera: la jabalina. “Iba al estadio de Pradera a ver entrenar a mi amiga Sandra Lemos, y un día me dio por lanzar la jabalina; la entrenadora Yolanda vio que tenía futuro en este deporte y me dijo que fuera al siguiente día a entrenar. Allí aprovechó y me contó de todo lo que podía lograr con este deporte y me convenció”, dice tras dos décadas de entregarse en cuerpo y alma a este deporte que le ha permitido disfrutar títulos que ha traído con honor al Valle del Cauca.
Los Juegos Nacionales, los Centroamericanos y del Caribe, el Campeonato de Trujillo, en Perú y el Suramericano de Buenos Aires, han mostrado su excelente momento. Aunque para esta pradereña el mayor triunfo ha sido sacar adelante a su familia.
“Mi mamá trabajaba en el río sacando piedras y yo siempre pensaba que cuando ganara una medalla y me pagaran iba a poder ayudarla. Gracias a Dios hoy puedo decir que vivo del deporte y que estoy sacando adelante a mi hijo de 8 años y a mi familia. El lanzamiento de jabalina significa todo en mi vida, gracias a esto he conocido el mundo y seguiré perseverando para darle más títulos al Valle y a Colombia”, asegura María Lucelly, quien hoy con orgullo señala que “le doy gracias a Dios, a mi mamá que siempre me ha animado a seguir adelante, a Indervalle que siempre me ha apoyado y a la profe Yolanda Beltrán por sus consejos, por ser mi sostén y por levantarme cuando he estado derrotada”.
Comunicaciones Indervalle