
Una abuela caleña amante al tejo, compitió y ganó en los Juegos Departamentales 2019
María Amparo Rabe, es una deportista de tejo que ha dedicado 45 años de su vida a esta diciplina, es integrante de la selección Cali que participó y que en la rama femenina se coronó campeona en los XXII Juegos Departamentales “Valle Oro Puro” Buenaventura 2019.
A sus 17 años empezó a practicar este deporte que consiste en lanzar un disco metálico de aproximadamente 680 gramos a unas canchas de arcilla dentro de un área de juego de 19.5 metros de largo y 2.5 metros de ancho, para hacer estallar las mechas que se encuentran en el círculo metálico que está ubicado en la cancha y así ir sumando puntos.
Gracias a esta disciplina deportiva, encontró por primera vez el amor, el padre de sus tres hijos. Junto a él se iba a ver jugar tejo, ella solo era su compañía fiel porque no tenía idea alguna de cómo se jugaba. Pero en medio de tanta observación y poca acción de su parte, un día le entró la curiosidad, lo empezó a jugar y poco a poco se fue enamorando de este deporte que le ha traído desde entonces las más grandes alegrías y un sinnúmero de triunfos.
María Amparo a sus 62 años de edad, se convirtió en la participante más veterana de las justas, sus compañeros de cariño la llaman la “abuela”, para ella son sus “niños” por eso siempre los consentía, les da consejos y les da la bendición siempre.
“Muchos dirán que a esta edad ya es para estar en casa descansando, pero me siento feliz de estar rodeada de gente tan linda, compitiendo al lado de personas tan jóvenes” comenta María Amparo quien se colgó en estas justas dos preseas doradas, una por equipos y otra individual en la sub-sede de Yumbo, donde estuvo en acción este deporte.
Sus mejores momentos los ha vivido gracias a este deporte, y es que recuerda entre risas la primera vez que se montó en un avión directo a San Andrés, donde representó al Valle del Cauca en un Campeonato Nacional, en el cual quedaron de sextos en la tabla.
Hace 20 años se separó del padre de sus hijos, sin embargo, ella siguió en este camino deportivo. Su actual pareja la “alcahuetea” como ella dice, en todo, siempre está pendiente y la acompaña a todas sus competencias.
Para María, un día sin jugar tejo es un día en el que está estresada, todos los días, camina hacia la Liga Vallecaucana de Tejo, de la que hace parte hace tres años, en donde más que una práctica competitiva lo que hace parte es de un estilo de vida, ella tiene claro sus movimientos y los años le han hecho conocer todas sus mañas. Seguirá practicando esta disciplina hasta el día en que se canse y como ella misma asegura “hasta cuando Dios se lo permita”.