Talentos Supérate del Valle Oro Puro en el Campeonato Nacional BMX en Medellín

El Campeonato Nacional de BMX 2017 contará con la presencia de los tres medallistas olímpicos de esta disciplina: Mariana Pajón, Carlos Mario Oquendo y Carlos Ramírez, quienes son los ídolos de los deportistas que participarán, de los que cuatro son talento Supérate. Margaret, de 15 años, y Caroline Ortiz, de 13, son dos de ellos, hermanas, palmireñas y apasionadas por la ‘bici’ gracias a su papá.

Margaret, o ‘Maggie’, como le dicen sus amigos, es la mayor de estas hermanas bicicrosistas. Desde los 6 años se ha interesado por este deporte que su padre le heredó. Ella hace parte del programa Supérate Intercolegiados, que este año incluyó al BMX dentro de las disciplinas, justamente como un homenaje y reconocimiento a los logros internacionales que nuestros deportistas han obtenido en Olímpicos y otros certámenes internacionales.

A su larga cabellera negra azabache se le asuma un mechón azul que en medio de su timidez es su muestra de ‘rebeldía’ en medio de tanta disciplina: “Todos los días me levanto y hago un ejercicio de rodillo y en las tardes, luego del colegio, almuerzo y entreno hasta las ocho de la noche. Así transcurren todos mis días. Los fines de semana entreno en las mañanas”.

‘Desbancar’ a Mariana Pajón es uno de sus objetivos, pues, asegura, “mi meta es ser campeona mundial, pero cuando vaya a los olímpicos quiero ganarme una medalla para mí y para Colombia”.

Su hermana menor, Caroline, es consciente de que el camino hacia el podio no es fácil: “Hay que hacer muchos sacrificios para convertir en realidad los sueños: entrenar todos los días, comer saludable, dormir bien, para tener buen rendimiento, no salir casi, comer muchas verduras, proteínas y dejar las cosas que tanto me encantan como la hamburguesa, la pizza y la malteada… Me premio solo una vez al mes”.

Su mamá, Ángela Sierra, por su parte revela las dificultades por las que han pasado pero de las que no se arrepienten por impulsar a sus hijas al deporte: “Cuando mi esposo era niño, sus padres no lo apoyaron y dejó ahí su sueño, por eso él no quiere que esto ocurra con nuestras hijas. Hacemos sacrificios que valen la pena, porque nunca imaginamos que llegarían a Panamericanos, Suramericanos y Mundiales, esto es un resultado asombroso”.

Esta mujer se describe como nerviosa y entregada a sus dos pequeñas. Cada vez que puede, las acompaña a las carreras pero prefiere no verlas competir pues los nervios se le ponen de punta y escoge que alguien más le cuente el desarrollo de la carrera. “No soy capaz de verlas, ¡se me sale el corazón! Es una emoción tan grande, las fuerzas se me van y me siento desmayar”, afirma Ángela.

Para esta familia, Supérate ha sido un incentivo para sus hijas por lo que animan a otros jóvenes a inscribirse: “Para los muchachos que no han tenido oportunidad este programa les ayuda a visibilizarse –afirma la mamá-. Échenle ganas y a los padres los invito a apoyarlos como sea en el deporte porque es un cambio de cultura y  de pensamiento a nivel nacional, es el futuro de los muchachos, es llegar a la gloria”.

Al regresar de Medellín, de nuevo a su ciudad, en el Valle del Cauca, continuarán con sus entrenamientos para volar rumbo a Rock Hill en Carolina del Sur, Estados Unidos, donde se realizará el Campeonato Mundial el próximo 25 de julio.

Prensa Supérate Intercolegiados

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