
Mará Chalá lleva en su sangre el amor por la fisioterapia y el sabor del pacífico colombiano
Mara Chalá Ferrer hace parte del amplio equipo de fisioterapeutas del Centro de Medicina de Indervalle, una de las profesionales que por estos días trabaja cerca a los mejores atletas del “Valle Oro Puro” campeón.
Mara nació en la ciudad de Quibdó capital del departamento del Chocó, pero desde pequeña se radicó en Bogotá, lugar donde nunca perdió esas raíces y llevando en el corazón su cálido pacífico. Siempre supo adaptarse a los cambios, siendo una ejemplar estudiante en el Colegio La Presentación Centro en la capital colombiana.
Hija de un abogado y una pediatra, culminando sus estudios superiores pensaba en qué iba a estudiar en la universidad. Si quería enfocarse como lo hizo su hermano Andrés, por la rama judicial; o en la parte de salud, lo cual finalmente fue su elección. Ser fisioterapeuta se convirtió en un estilo de vida, un amor que le brotó gracias a su tía Esperanza González, fisioterapeuta especialista en rehabilitación neurológica, a quien admira desde que supo cómo hacía los procesos de recuperación con los pacientes y la cercanía con ellos.
Esta motivación la llevó hasta las instalaciones de la Universidad del Rosario en Bogotá, y una vez culmina estos estudios viaja a Pensilvania en los Estados Unidos, donde se especializa en Marketing y Alta Gerencia en la Universidad de Pittsburgh, especialización que la puso en el área de la gerencia administrativa, pero su vocación al contacto humano con el paciente, la llevó a convertirse en la fisioterapeuta del primer equipo profesional de baloncesto del Chochó.
Después de trabajar con el equipo profesional de baloncesto, regresa a Bogotá a estudiar una Maestría en Dirección, en la Universidad del Rosario, pero no solo encontró dirección en el estudio sino que direccionó su corazón con Ronnie Delgado, un economista y administrador de empresas caleño quién le robó el corazón en la fría sabana capitalina, convirtiéndose en su apoyo incondicional, esposo y en el padre de su amado hijo Ronnie “junior”.
Un hijo que ha sido su ángel, y su mayor fortaleza, pues 3 meses después de su nacimiento fallece su hermano Andrés, una compleja situación que supo sacar adelante en lo personal con su hijo y esposo, pero que en general unió aun más los lazos familiares.
Luego de esta pérdida, Mara llega al Valle del Cauca siguiendo los pasos de su esposo a quien le resulta una buena propuesta de trabajo en Cali y deciden radicarse desde el año 2019.
Pero las nuevas oportunidades labores también llegaron para Mara, pues logró ser parte del equipo “Valle Oro Puro”, un reto que no solo pondría a prueba su nivel profesional sino su calidad humana y compromiso con los atletas. Así empezó a vivir una experiencia que cambió su perspectiva humana y profesional en donde ahora sueña con apoyar a su pequeño hijo de dos años en la disciplina deportiva que le pueda gustar cuando tenga la edad apta de practicarla.
Mara además reconoce que sin duda alguna la experiencia más gratificante que ha tenido en el deporte la vivió hace poco cuando el equipo rojiblanco alzó el título en los Juegos Nacionales y también en los Paranacionales 2019, y que ahora siguen fortaleciendo de cara al año 2023, año donde se defenderán esos primeros puestos.