
Carolina Pineda, la cuota Valle Oro Puro en la semifinal de la Liga femenina de fútbol
Carolina Pineda ama, vive, respira y sueña fútbol. Desde hace más de 10 años tocó un balón con sus pies y desde ese momento supo que su mundo estaría en la cancha, rodeada de goles y emociones. Es vallecaucana, con ella se hace realidad el dicho que uno no es de donde nace sino donde se hace, pues llegó a Cali cuando tan solo tenía 8 meses de nacida, hoy es más vallecaucana que un chontaduro o el champús.
Hablar de ella es hablar de una mujer dedicada y ejemplar, a su alrededor no necesita presentación, todos coinciden en que “Caro” es una guerrera, de esas que el deporte de la región se ha encargado de lucir y pulir en cada competencia.
Carolina, aunque empezó siendo delantera encontró en el mediocampo una posición que la ha llevado a formar parte de Selecciones Valle, Selección Colombia en Olímpicos, Mundiales y eventos suramericanos, clubes referentes del Valle del Cauca y hoy en día, formar parte del Atlético Huila donde cumple su sueño de jugar la primera edición de la Liga Femenina profesional de fútbol femenino.
Fuera del terreno de juego no se siente incomoda, pues cuando era niña aparte de jugar con sus amigos, también tenía el sueño de ser directora técnica, Carolina lo hacía y no le iba mal dirigiendo a sus amigos hombres. En los últimos años, eso que inició como un hobby, se le convertía en realidad cuando sin muchos recursos, pero con la visión de una ganadora y el apoyo de su familia, creó Atlas C.P. un club deportivo posicionado en Cali, en donde tuvo la oportunidad de dirigir diferentes categorías y ser campeona nacional con la rama femenina en la Pony fútbol.
Cuando la jugadora recuerda sus experiencias luciendo el rojiblanco con la Selección Valle, llegan pasajes de alegría, satisfacción y hasta sufrimiento. Estuvo en sus primeros Juegos Nacionales en Fusagasugá en el 2004 donde lograron la medalla de plata, después participó en los del 2008 en San Andrés donde repitieron el segundo puesto. Fue en el año 2012 en Montería cuando se colgaron el título nacional venciendo al eterno rival de Antioquia, momentos grabados en Carolina como los de mayor orgullo representando a su amado Valle.
“El Valle del Cauca para mí es la tierra de oportunidades donde viviría toda mi vida, no cambiaría esta tierra por ninguna” dice Pineda, quien sueña dirigiendo una Selección Colombia y ganando un Mundial para nuestro país. Aunque es un proyecto a mediano plazo, visualiza más cerca el lograr el título con el Atlético Huila, ya dieron con el equipo “opita” el primer paso para llegar a la final, vencieron en casa 2-0 al Cortulua. La próxima semana el duelo se repite en Palmira, una ciudad y una cancha donde “Caro” también se formó, y tiene los mejores recuerdos.
Tiene pinta de dirigente para muchos, es líder innata y ahora en Neiva como lo ha hecho por años en Cali, es referente de la nueva generación del fútbol femenino. Llegó pisando fuerte al marcar el primer gol olímpico de esta liga naciente, y espera seguir marcando historia por todo el mundo.
Carolina Pineda sigue su rumbo, sus entrenos y su trabajo ante todo para cumplir nuevas metas, esas pequeñas piedras que algún día puso para patearlas cuando era niña, las ha reunido en el camino y ha construido con grandes cimientos un edificio de oportunidades, deporte y valores.
Quizá su próximo destino esté en Tokio 2020, pero mientras tanto vive el día a día, en donde seguirá enseñando a través de valores, cómo la perseverancia se puede ligar a todo lo que uno quiere conseguir, y no necesariamente para ser el mejor futbolista profesional del mundo, sino contribuyendo a un cambio general.